Telescopio de reflexión o refracción, ¿cuál es la diferencia?

Telescopio de reflexión o refracción, ¿cuál es la diferencia?

El instrumento para observar las estrellas …le permite navegar a distancia por los planetas y las estrellas. Pero para sacarle el máximo provecho, tendrás que elegir el arte perfecto. Les mostramos las pocas diferencias entre un reflector y un refractor conocido como telescopio. Alternativamente, puedes recurrir a un catadióptrico.

El diseño no es el mismo

La primera diferencia entre un reflector y un refractor es el tamaño de cada uno. El primero parece más grande, pero más bien corto. En general, su tubo óptico forma un cilindro perfecto. Se reconoce por su diámetro bastante grande, que equivale al de su espejo frontal.

Este modelo es el más antiguo de todos. Por esta razón, se llama el modelo Newton o Cassegrain, los grandes nombres de la ciencia. Este dispositivo suele estar montado en una montura ecuatorial, un enorme trípode que soportará todo su peso.

Por el contrario, el refractor, también conocido como telescopio, parece más largo y más refinado que el anterior. El cascarón cilíndrico que lo forma se estrecha poco a poco hasta el ocular. Esta es la parte trasera del dispositivo a través de la cual se supone que el ojo debe descansar.

En un reflector, esta parte está situada en la parte delantera de la estructura. Así que con este dispositivo pondrás tu cabeza un poco más adelante. Por otro lado, es lo contrario con el telescopio. Se parará en la parte de atrás para mirar las estrellas.

Sus precios difieren

También hay una diferencia real de precio entre los dos dispositivos. Un binocular astronómico vale más que un telescopio. La diferencia de precio entre las dos marchas puede ser hasta el doble, el triple o incluso el quíntuple.

Tengan en cuenta que si compran un reflector por 200 euros, un bisel con el mismo diámetro de apertura estaría cerca de los 1000 euros. Obviamente, la actuación no es la misma para cada uno. Afortunadamente, puedes permitirte un binocular astronómico por menos de 300 euros.

Esto se debe a los componentes que los componen. Con el primero, hay un gran número de espejos en el interior. Mientras que el segundo usa sólo lentes en su lugar. Todos sabemos que este tipo de vidrio es caro.

Trabajan de forma diferente

Es en el nivel operativo donde encontramos la gran diferencia entre el reflector y el retractor. Uno usa un espejo hueco mientras el otro trabaja con un vidrio cóncavo. El modelo newtoniano deja que la luz entre para divergir en una dirección.

Esta acción se lleva a cabo gracias a los dos espejos del interior del casco. Así, el resplandor rebota en el primero colocado en la parte inferior de la unidad. Luego, aterrizará en la segunda placa inclinada para tomar el camino del ocular. Así es como se forma la imagen.

El modelo Cassegrain funciona de manera muy similar, excepto que el segundo espejo del modelo Cassegrain está posicionado verticalmente en lugar de inclinarse a 45°. Con el telescopio, el escenario se desarrolla de una manera más directa. El flujo luminoso pasa a través de la lente del objetivo e inmediatamente después aterriza en el punto focal del ocular.

Actuación

Cuando se trata del brillo, el reflector tiene la ventaja. Gracias a su gran cilindro, tiene una gran apertura. Esto permite que la máquina reduzca más la luz. Y lógicamente, la imagen que proporciona será aún más nítida. Por lo tanto, no sufre el problema de la aberración cromática.

Sin embargo, no es resistente a los cambios atmosféricos. Por lo tanto, tendrás que esperar a que el tiempo esté tranquilo y el cielo despejado para disfrutarlo. Pero también, sus dimensiones no facilitan en absoluto su transporte e instalación.

En cuanto al telescopio, su gruesa lente distorsiona ligeramente el tono de la imagen. En lugar de una figura normal, aparece un efecto arco iris en el ocular. Sin embargo, proporciona un buen aumento. Como resultado, este dispositivo permite ver los objetos celestes con más precisión que con un reflector.

Practicidad

Los prismáticos astronómicos son mucho más prácticos que la versión antigua. Aunque pesa mucho, no ocupa mucho espacio. Por esta razón, los aprendices en el campo podrán tener un comienzo prometedor con él.

Además, las luces emitidas por los grandes edificios no le molestan. Eso no significa que puedas usarlo con una bombilla LED. Manténgase a distancia de las fuentes de luz y haga sus descubrimientos, así evitará la sobreexposición de la imagen.

Cuando se trata de la practicidad, el modelo de reflector tiene mucho de que preocuparse. Es difícil de manejar debido a sus diferentes ejes en el trípode. Así que sin un entrenamiento especial, nadie sería capaz de usarlo apropiadamente.

Resistencia y mantenimiento

El modelo de refractor tiene un marco sólido, lo que lo hace muy resistente. Por eso te promete años de buen y leal servicio después de la compra. En lo que respecta al reflector, esta máquina carece de robustez. Si lo expones al aire libre durante mucho tiempo, los espejos incrustarán todo tipo de residuos. Y si los arrugas, gradualmente dañas el fino vidrio. Como resultado, su capacidad de reflejar la luz disminuye lenta pero seguramente.

Como resultado, su entrevista no es una tarea fácil. Este accesorio es bastante difícil de limpiar comparado con el retractor. Tienes la pesada tarea de eliminar frecuentemente todos los rastros de humedad y polvo que se adhieren a la lente, al buscador, así como a las hachas y al contrapeso.

El modelo de retro-reflector

Todavía es difícil distinguir entre el reflector y el refractor. Como solución, el llamado modelo catadióptrico es una excelente elección. Combina todas las ventajas de los dos dispositivos anteriores.

Básicamente, este funciona tanto con espejos como con lentes. Así que tienes un artículo versátil aquí. Se usará para observar el cielo y la Tierra, así como las estrellas y todo en nuestro sistema solar.

Con el retro-reflector el campo de visión es más amplio. Sobre todo, la calidad de la imagen sigue siendo mejor. En resumen, es un aparato profesional que casi no tiene defectos. Pero para permitírselo, le costará no menos de 1.000 euros.

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